La usabilidad de los productos digitales y los sistemas interactivos se refiere a su facilidad de uso, y busca acercarlos a las necesidades de las personas.
La interacción persona-ordenador es la disciplina que estudia el diseño, la evaluación y la implementación de los productos y sistemas informáticos interactivos para su uso por parte de humanos, así como los fenómenos más importantes que están involucrados en aquellos.
En el comercio electrónico, la interacción persona-ordenador tiene una importancia especial, dado que los ordenadores y otros dispositivos informáticos móviles son la vía de acceso a los entornos virtuales de venta, y facilitan la comunicación de los vendedores con los clientes.
Se entiende por usabilidad la eficacia, la eficiencia y la satisfacción con la que un producto o un sistema puede ser usado por usuarios específicos para lograr objetivos concretos en un entorno determinado.
En el concepto de usabilidad intervienen las siguientes características:
- La eficacia, esto es, la posibilidad de que las personas puedan llevar a cabo y completar determinadas tareas con el producto o sistema, y de que logren sus propios objetivos.
- La eficiencia, entendida como la posibilidad de que las personas completen tareas y logren objetivos «de la mejor manera posible», sin que le suponga un esfuerzo ni cantidad de tiempo excesivo o desmesurado.
- La satisfacción de los usuarios respecto a la facilidad de uso del producto o sistema que utilizan.
Al hablar de usabilidad se deben tener en cuenta las interfaces de usuario. La interfaz de usuario es todo aquello diseñado e incorporado a un ordenador o un dispositivo con el que una persona puede interactuar. Las interfaces gráficas de usuario aprovechan la capacidad de los ordenadores para presentar una interfaz amigable y fácil.
Usabilidad y experiencia de usuario
Con el concepto de experiencia de usuario (UX), se incorporan aquellos aspectos perceptuales y emocionales que a menudo no se consideraban en el concepto original de usabilidad. El objetivo de la UX no solo es que el producto digital interactivo sea eficaz y eficiente en su funcionamiento, es decir, que sea útil y fácil de usar; también busca que la interacción con el producto genere percepciones y emociones positivas y que el usuario esté satisfecho.
Tanto la usabilidad como la UX se fundamentan en el diseño centrado en el usuario, y su estudio se aborda en el ámbito de la disciplina de interacción persona-ordenador.